Luego de una estadía casi magnifica, sin ningún momento que deseas que hubiera sido de otra manera, partimos a una excursión por los glaciares, sabiendo que a nuestro regreso nuestro nuevo Hotel seria El Esplendor Calafate.
Si bien estuve tan solo una noche en el hotel, pude comprobar que tienen muchas habitaciones, poco personal y un desayuno bastante completo tipo buffet, aunque por la cantidad de personas hospedadas, debería haber mas personal levantando mesas y reponiendo alimentos. Es un hotel del estilo para gente de negocios, que no desean tener mucho contacto con el personal, tiene sala de conferencias y un bar en la entrada.
Lo que más me llamó la atención de este hotel es la decoración, muy extraña debo decir, me costaba encontrar un nexo común entre todas las partes que formaban la habitación, una mesa de hierro, un sillón de cuero de vaca, maderas pintadas de color fluor y cortinas blackout que tenían una ventana pequeña en el medio para abrir y que se filtre un poco de luz, pero lo mas extraño de todo esto eran los pasillos con luces bajas y de colores.
Esta dentro de todo cerca del centro de la Ciudad de Calafate, pero lo que mas cuesta es subir la empinada calle donde se encuentra el hotel.
En mis inicios de este recorrido sobre la hotelería, desde lugares de hospedajes, tendencias, hasta trabajar en ellos, este fue uno de los hoteles que me mostró su funcionamiento y despertó mi interes sobre este rubro.
En busca de un tipo de aventura más que de relajación, cuando el stress y las preocupaciones no ocupaban la mayor parte de mis tiempos, me acerque a la ciudad de Mendoza, con la intención de quedarme en un hostel, algo que no lo haría recién unos años después, pero por cuestiones del destino, termine hospedándome en un Apart hotel, un poco alejado de la ciudad, pero seguramente útil para mi misión en Mendoza.
El Apart cumplía con las expectativas, era limpio, ordenado, el personal de recepción organizo las excursiones que yo quería por las bodegas y fabrica de aceites de Oliva, trekking en la montaña y city tour, para las de rafting y deportes un poco mas arriesgados dejo planeado otras vacaciones. Estaba ubicado un poco lejos del centro de la ciudad (aproximadamente 10 cuadras) pero acogedor y a buen precio por el presupuesto que tenía.
No tenían comida, simplemente algunas cosas para urgencia, pero la ciudad de Mendoza tiene excelente opciones para comer, de todas maneras todas las noches termine cayendo en el delivery de comidas o simplemente durmiéndome por lo exhausto que había sido el día.
Esta vez la elección fue un Hotel en la ciudad de Colon, conocida por sus termas, sus playas y el Parque Nacional el Palmar. Aunque nuestro interés no tenia nada que ver con ninguno de los anteriores mencionados. Nuestro interés era relajarnos, el verde del hotel, la pileta como sustancia reparadora del stress laboral, estos eran el verdadero interés, las termas y el Parque nacional eran tan solo actos secundarios para realizar entre el tiempo restante entre la relajación y las comidas.
No me acuerdo si fue nuestra observacion de que el mapa de Colon entraba en una porción pequeña del folleto, el tiempo que teníamos desde que llego el bus hasta el horario de check in o nuestro impulso por caminar en algún lugar desconocido, lo que nos llevo a ir caminando desde la terminal de ómnibus hasta el hotel, pero así fue, caminamos en forma de la letra L para llegar al hotel, derecho por una calle, luego encontramos otra, hicimos 2 cuadras y llegamos nuestro hotel. La lluvia habia pasado por ahi la noche anterior, asi que las calles de tierra estaban con un poco de barro, pero nada que no se pueda superar.
Hicimos el Check in y esperamos por nuestra habitación, que no tardo mas de 10 minutos en estar lista, entramos, dejamos nuestras cosas y visitamos la piscina del hotel que era relajante desde cualquier punto que se la mire. Es así como pasamos las mañanas, los mediodías y las tardes. Días que increíblemente eran lo contrario a lo anunciado por el pronóstico eran con nubes pero con temperaturas ideales para relajarse al lado de la piscina.
Luego de la primera tarde que nos encontró desprevenidos en el hotel con una profesora de aquagym, a la tarde siguiente nos escabullimos en el spa, donde disfrutamos de excelentes masajes de todo tipo, descontracturantes, con piedras calientes, de reflexología y otras opciones que no las tomamos simplemente por falta de tiempo.
Las comidas del hotel eran simples, un servicio del personal efectivo, pero si buscan algún lugar lindo y de excelente comida, seguro van a buscar alguna "cosquilla del ángel "(restaurante ubicado en calle Peyret 180)
Un recorrido por la ciudad de Misiones, por la atractiva Ruta 12, con árboles verde oscuro, claro, musgo, o cualquier otro tipo de verde que se les ocurra, contrastaban con el colorado de la tierra, los caminos sinuosos, la selva, las subidas, las bajadas, todo forma de un paisaje exquisito en colores que nos trae hasta la Ciudad de Puerto Iguazú.
Unos días en la ciudad de Posadas y otros en Puerto Iguazú era el plan para estas nuevas vacaciones, incluido un recorrido por otro Parque Nacional.
La elección del hotel esta vez tuvo más que ver con una cuestión de presupuesto que de placer y de lugares paradisíacos, pero no por eso el servicio tiene que ser malo. Con las limitaciones que puede ofrecer un Hotel de 1 estrella, el lugar cumple con las expectativas, limpio, desayuno completo, cama cómoda, televisión por cable y calefacción, importante para la época invernal en que visitamos la ciudad.
El Hotel estaba ubicado a tan solo 3 cuadras de la terminal de ómnibus, de donde parten la líneas para ir hasta el Parque nacional o para la Triple Frontera (Ciudad del Este – Puerto Iguazú – Foz de Iguazu) y a 5 cuadras del centro de la ciudad, donde la variedad de restaurantes es amplia pero los precios están mas de acuerdo al turismo extranjero que al local.
Tips:
1 – Visitar el freeshop en la aduana de Iguazu, de whiskies y cognac a buenos precios 2 – Evitar cruzar a Ciudad del este.
Después de largos meses de trabajo, de preocupaciones, esperando que solamente lleguen las vacaciones, cada día que pasaba, por contrario de las leyes del tiempo, las vacaciones estaban más lejos. Aunque, por mas que estos días se hacían un poco más largos, sabia que me estaría yendo de vacaciones a relajarme, a descansar de mi ciudad , para conocer un lugar nuevo y un hotel increíble.
La belleza del lugar, la excelencia en el servicio, la calidez de los empleados hicieron de este hotel un lugar excelente para disfrutar de unos días, aunque debo admitir que también, el estar predispuesto a relajarse a encontrar un lugar paradisiaco es quizás más difícil que todo lo anterior que un hotel te puede ofrecer.
Llegamos a la mañana y una camioneta que pertenece al hotel nos estaba esperando en el aeropuerto para llevarnos al hotel que quedaba entre medio de la ciudad de Calafate y del Parque Nacional Los Glaciares, en lo que era una vieja estancia, terreno alquilado para la instalación de este hotel. Luego de un vuelo que por mas corto que sea, no deja de ser una alivio encontrarse que alguien lo este esperando, sin tener que hacer nada al respecto, nada de buscar taxis, simplemente relajarse y llegar al hotel.
Una vez que llegamos al Hotel, nos recibieron con una pequeña recorrida por el hotel, nos ofrecieron organizar las excursiones por Calafate. Como todavía estábamos con otro ritmo, sin adaptarnos aun al silencio del viento, al azul del lago Argentino, decidimos sentarnos en el balcón a decidir sobre que excursiones realizar en esos días. Un mate y una picada exquisita acompañaron nuestra decisión, aunque el viento del sur no se hizo esperar, y nosotros como cualquiera que se había olvidado que ahora estaba a merced del clima, nos fuimos puertas adentro. Una vez que nos pudimos relajar optamos por las excursiones de caminata sobre el hielo y paseo en barco por los glaciares.
Aunque las excursiones tan solo fueron momentos de esos días. El resto de los días fueron mañanas hermosas donde al principio no quería levantarme, pero luego de llegar al desayuno, la variedad de mermeladas, tostadas, medialunas, mate, café y jugos y la vista al lago argentino, con el sol pegando en las montañas, ya eran suficiente para saber que era mejor estar despierto que durmiendo.
Debo decir, que a pesar de que las excursiones excelentes, los momentos mas memorables del viaje fueron las excursiones alrededor del hotel, inventadas en el momento, una caminata de dos horas hasta un lago , que se asemejaba mas a un safari por el África pero en lugar, de leones, elefantes, tigres y aves de rapiña, nos encontramos con liebres, caballos escapados de la estancia, patos y cactus; La excursión en bicicleta en subida y en bajada por los senderos que conducían al hotel, todas estas acompañadas por una viandita y un mate provisto por el hotel, que te lo ofrecían antes que se lo solicites.
Para lo ultimo de este hotel he dejado la comida, la cual esta mas cerca del cielo de lo que un mortal puede cocinar, platos exquisitos que no permitían a uno rechazar ninguno de los pasos, sea entrada, principal o postre, incluso hasta los te de la tarde con tortas increíbles. Luego de varios días de no rechazar ninguna de las comidas ofrecidas, requerirán varios días de gimnasia, pero del cordero, de las tortas, del helado de Malbec con frambuesas creo que no me voy a olvidar y justifican el esfuerzo.
No se si han notado la cantidad de veces que use la palabras exquisito, increíble, excelente, pero la verdad luego de la experiencia que tuve creo que este hotel se merece todas ellas.
En este blog encontraran algunos reviews de hoteles donde me he hospedado, como asi tambien articulos respecto a novedades y nuevas tendencias en la hoteleria y alojamiento.